Uno de los sectores más dinámicos de la economía del país ofrece grandes oportunidades a los inversores extranjeros.
La India, con más de 1.300 millones de habitantes, es una de las principales economías emergentes del mundo. En los últimos años, particularmente a partir del gobierno del primer ministro Narendra Modi, el país inició una serie de reformas con la intención de modernizar su estructura económica y potenciar un crecimiento que se mueve en cifras superiores al 7% anual.
Se trata de un país de amplios contrastes, en el que grandes áreas rurales con un escaso nivel de desarrollo y servicios conviven con gigantescas urbes que cuentan con algunos de los centros tecnológicos más importantes del mundo, como el Indian Institute of Technology.
Según datos del Banco Mundial, cerca de un cuarto de la población india se encuentra por debajo del umbral internacional de pobreza. Eso hace que, como destaca ICEX, “aunque constituye un mercado de primera magnitud por número, no posee todavía un nivel de riqueza similar al de las clases medias occidentales”. Pese a esto, ICEX señala que el crecimiento económico sostenido está consolidando una clase media creciente que “para el 2025 sería el tercer mayor mercado” internacional.
Como elementos positivos para el desarrollo del emprendimiento en India, ITespresso señala la importancia de dos factores: la penetración de empresas tecnológicas occidentales y el alto nivel de los estudiantes de ciencias e ingeniería del país. Así, a principios de este siglo surgió una primera generación de startups que “ha abierto el camino para una nueva serie de compañías que están llamando la atención de los especialistas e inversores de todo el mundo”. Este interés se ve en el hecho de que, en el año 2015, el país registró un récord de inversiones de capital privado: 22.400 millones de dólares. Japón, China y Estados Unidos son los principales inversores extranjeros en este sector.
Con el fin de fomentar el crecimiento de estas compañías, el Gobierno de India lanzó en enero de 2016 Startup India, una iniciativa que ha desarrollado varios programas con el objetivo de dar apoyo a los emprendedores, construir un robusto ecosistema de startups y transformar la India en “un país de creadores de trabajo en lugar de buscadores de empleo”.
La labor de Startup India se fundamenta en tres pilares: simplificación (trámites burocráticos más sencillos), financiación e incentivos (ventajas impositivas, fondos de capital) y finalmente asociación entre los sectores industrial y académico, con la creación de incubadoras y laboratorios de innovación, eventos, concursos y becas.
Casi tres años después de su lanzamiento, a finales de 2018, más de 14.000 solicitudes habían recibido la consideración de startup por parte del Department for Industrial Policy and Promotion (DIPP), responsable de Startup India. Asimismo, se han llevado a cabo numerosos planes e iniciativas como laboratorios en escuelas, centros de incubación para dar apoyo a las startups, parques de investigación e innovación, apoyo específico a sectores como biotecnología o fintech y diversas plataformas de apoyo a los emprendedores.
Por lo que respecta a la relación económica con España, ICEX considera que la India “seguirá siendo un mercado creciente” tanto para las exportaciones como para la inversión española. Muchas de las áreas por cuyo desarrollo está apostando el Gobierno de India son sectores en los que España no sólo tiene ventaja competitiva, sino que ya dispone de presencia en el país asiático: infraestructuras, energías renovables, automoción… ITEspresso señala que el sector más interesante para que agentes españoles inviertan en india es el de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Se trata del sector de más rápido crecimiento en el país y representa el 7% del PIB y el 35% de las exportaciones. Destacan, además, los sectores de biotecnología, farmacia y financiero, además de los mencionados anteriormente.
Durante este séptimo Programa Líderes Indios los participantes analizarán el presente y el futuro del ecosistema emprendedor en la India, sus semejanzas y diferencias con el español y las oportunidades existentes de inversión y cooperación bilateral, así como las instituciones y políticas necesarias para llevarlas a cabo.
